7 de septiembre de 2010

Apicultura es una actividad olvidada en el país

Apicultura es una actividad olvidada en el país
Cortesía
A John Ever Cardona, la apicultura "lo picó" una vez y de eso no se pudo curar.

Fue en 1983, en un curso en la Fundación Manuel Mejía, ubicada en Chinchiná (Caldas), a donde fue, simplemente por ir. Pero ahí empezó un encanto por esta actividad que hoy, 27 años después, cuando habla de una abeja y de sus inmensas posibilidades como industria, no lo para nadie.

La apicultura es una actividad milenaria y se conoce como el cuidado de las colmenas de abejas para la polinización de cosechas y la obtención de miel y otros subproductos. Es una industria agrícola promovida y valorada en Europa y los Estados Unidos, pero en Colombia es tan olvidada que ni siquiera aparece en los registros de productos de exportación a la Unión Europea donde hay cultura de consumo.

Olvido o no, para John Ever eso demuestra desinterés en una actividad que en Estados Unidos sólo el efecto polinizador lo tienen valorado en 15.000 millones de dólares. La apicultura allí es utilizada, además de los productos, como una herramienta natural para incrementar las cosechas.

El hecho cierto es que este apicultor en 27 años desarrolló su empresa alrededor de la actividad de la que hoy vive.

Tiene en Alcalá (Norte del Valle) y en Apía (Risaralda) apiarios con 120 colmenas de las que extrae, esencialmente, miel, polen, propóleos y cera.

Del primero, saca alrededor de 50 kilos por colmena año, producción que depende del clima. En polen y propóleos, la relación es de 15 kilos y 500 gramos por año. El mercado lo tiene al por mayor en el Eje Cafetero, Cartago y Cali, pero con un socio y otro amante del oficio, Eduardo Gómez, busca vender al detal, directamente, mediante una empresa que ya conformaron.

"Para vivir de esta actividad, una persona debe tener mínimo 150 colmenas. Los problemas que uno ve es que faltan créditos de fomento del Estado, hay desconocimiento de la abeja como herramienta natural para polinizar y descuido de algunos apicultores con los insectos porque no los saben manejar y causan accidentes", sostuvo.

En Colombia la apicultura es artesanal, de pequeñas propietarios y pocos tienen criterios empresariales.

Existen alrededor de 120.000 colmenas en el país que producen entre 2.000 y 3.000 toneladas de miel año, cifra deficitaria frente a un consumo de 20.000 toneladas.

¿De dónde sale el resto?. Sencillo, de mieles adulteradas o artificiales (industrializadas), es decir, no puras.

Cardona es el presidente de la Asociación de Apicultores de Risaralda (ARA) y no duda en señalar que se trata de un oficio que en Colombia tiene un potencial inmenso de exportación porque en el mundo hay un déficit de este alimento. Falta, argumenta, una política de gobierno para impulsar la actividad.

Incentivar la apicultura es lo que llama el socio de Cardona, Eduardo Gómez, una estrategia de seguridad alimentaria.

"La miel se ha vuelto un producto de élites porque se volvió costosa", sostiene Gómez.

La miel pura se cristaliza
Las tres burbujas que debe hacer una botella llena de miel de abejas para saber si es pura o no, es sólo un mito de las abuelas. Las condiciones fundamentales para detectar una buena miel es que se cristalice con el pasar de los días y que no sepa a banana. La miel de abejas es el único alimento que no se descompone y por su dificultad para identificar su pureza, se ha conocido como una de las 17 mayores estafas del mundo. Por ello, conseguir una miel de buena calidad es difícil, aunque se recomienda obtenerla de sitios seguros.


1 -Una colmena tiene alrededor de 60.000 abejas. Conformarla con todas las de la ley cuesta 400.000 pesos. Para vivir del oficio se deben tener mínimo 150 colmenas. Requiere de un sitio apropiado, dedicación y cuidado.

2 -El requisito fundamental para entrar a la apicultura es capacitación y conocimiento total del oficio. A este le sigue cumplir con las normas técnicas y equipos básicos de manejo de las abejas y evitar molestos accidentes.

3 -De la apicultura pueden derivarse más de diez productos. Los principales son miel, propóleo, polen, cera, jalea real, apitoxina, embriones de zángano, pan de abejas. Entre los servicios está la polinización.


Tomado de http://www.larepublica.com.co/

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