
Por Acidonitrix
Al oido de todos
Esta frase la ha dicho el ganador del Nobel de medicina (el oncólogo brasileño Drauzio Varella):
"En el mundo actual, se está invirtiendo cinco veces más en
medicamentos para la virilidad masculina y silicona para mujeres, que en la cura del Alzheimer. De aquí a algunos años, tendremos viejas de tetas grandes y viejos con pene duro, pero ninguno de ellos se acordará para que sirven".
Tan es cierta dicha frase que, estamos seguros, en Lebrija a todos nos falla la memoria y no recordamos, por ejemplo:
En qué casa tenían su sede los paramilitares en el casco urbano.
Qué candidato a la gobernación, durante un desfile de cierre de campaña de un candidato a la alcaldía, abrazó efusivamente al comandante paramilitar de Lebrija y le regaló un poncho muy elegante.
Si era o no cierto que los policías presentaban a los paramilitares ante los comerciantes para que les fijaran las cuotas.
Cuáles fueron los políticos que agenciaron a los paramilitares.
¿Ven que sí es importante combatir el Alzaimer?
Frase escuchada en una tienda de Lebrija a un personaje que desconocíamos...
'Cuando hay unidad de pensamiento... es que no hay pensamiento'.
Una duda in péctore:
El extraño afán de imponer a las volandas un sistema de votación electrónico suena sospechoso, y más si insiste tanto el Gurre. ¿Le comprará las máquinas y el software a la empresa Diebold Inc, tan famosa en la elección espúrea de Bush, y tan poco de fiar?
Otra vez el hospital
El hospital de Lebrija avanza... hacia una mediocridad en ocasiones criminal. Ya las quejas de los usuarios son muchas e insistentes. El último logro sucedió el domingo 4 de abril con un campesino que cruzó imprudentemente la carretera que conduce a Barrancabermeja, en el sector de las casetas, y fue atropellado por un motociclista.
El afectado le relató a los policías su versión de los hechos y éstos lo llevaron al hospital en malas condiciones, a las 11:30 de la mañana. Pero el médico de urgencias decidió que 'el paciente estaba borracho' y no le prestó atención, pese a la gravedad de las heridas que tenía en la cabeza. Al parecer el médico no sabe diferenciar entre el estado de un beodo y el de una persona que ha sufrido un trauma cráneo encefálico.
El paciente perdió el conocimiento y el famoso 'doctor' decidió que debían esperar a que despertara para tomarle los datos. Al final, ante la insistencia de la policía, lo enviaron al Hospital Universitario Ramón González Valencia, a las 5 de la tarde, donde llegó en estado comatoso y descerebrado.
Gracias a la indolencia y falta de atención y respeto por los ciudadanos lebrijenses, hoy el afectado se halla en condiciones de extrema gravedad y se espera su deceso de un momento a otro, en una situación irreversible.
Este es otro ejemplo de lo que la señora Alcaldesa denominó como un efecto en cascada: Elegimos a una alcaldesa mediocre; ella impuso como directora del hospital a su prima pese a que otro ganó el concurso; y esta directora llenó el hospital de mediocridad e indolencia.
¿O... a alguien le queda alguna duda? ¿Acaso creen que el diagnóstico de mal de chagas por la que supuestamente murió un funcionario del aeropuerto no era otro ejemplo de 'dudosa ejecutoria'?