6 de septiembre de 2008

Mamerías



Por Acidonitrix


Don Ramón Gómez de la Serna, destacado intelectual español, inventó las greguerías, una forma punzante y poética de decir en pocas palabras, pero hermosas, realidades presentadas en forma sorprendente. Este modesto colaborador no tiene la formación ni la enjundia de tan distinguido escritor, pero sí lleva en sus venas la sangre de los “mamagallistas” de Lebrija. De ahí nuestras “mamerías”.


Mamerías de acá


¿Equipos de respiración para el concejo?


Al parecer nuestra acuciosa burgomaestra, preocupada por las condiciones de deterioro ambiental, en especial del aire, ha comprado un equipo para brindar respiración —tal vez boca a boca— o simplemente oxigenar las instalaciones del "horrorable" concejo municipal. Tal hecho puede deducirse de un diálogo sostenido entre el "advocâtus ad honorem" o "advocâtus familiaris", —o mejor, asesor familiar— popularmente conocido como el Casandro, y un concejal de Lebrija.


El primo de la alcaldesa se dirigió a uno de los concejales de la "coalición" y, palabras más palabras menos le dijo: —Concejal, háblese con XXX, —un

contratista de maquinaria del municipio— porque a él le dimos dos contratos de obra, para que le pida Usted su "respirito".


A lo cual, el indignado concejal le dijo que él no se había hecho elegir para esos menesteres. Y se retiró del lugar.


Y, ¿a cuáles otros les habrán dado sus "respiritos"?
Conste que no criticamos hechos de corrupción sino que alabamos la preocupación por la salud de nuestros concejales.

Y, a todas estas, ¿de qué vivirá el Casandro, si no tiene sueldo alguno, pero invierte generosamente su tiempo repartiendo contratos? ¿Es una nueva
modalidad de vinculación informal a la administración pública?


La liga de los "sapuques"



A la asociación de Sapuques de Santander le cayó la roya. Bueno, a uno de
sus miembros. Ya tenía varios años laborando (¿laborando?; ¿extorsionando?) en Floridablanca, pero un desgraciado envidioso, y poco colaborador, en forma por demás "antiética" lo denunció ante las autoridades y lo detuvieron cuando "recibía" lo que al parecer era un "respirito" para no denunciar unas irregularidades a cargo del Presidente del Concejo.

Definitivamente no hay derecho. ¡Cómo se le van a tirar así a un sufrido ciudadano su manera de vivir! ¡Los sapuques de aquí lo hacen mejor!


Entre zaperocos y sapuquerocos


Después de muchos años de labor, Acaple TV, se volvió por fin un bocado apetecible. Tanto que se promovieron asambleas de asociados, y con sus delegados, y aplicando un cambio a "un articulito" de los estatutos, en una Asamblea que jamás existió, se asentó una nueva Junta Directiva.

Esto incomodó a nuestro veedor estrella, el famosísimo
Sapuque, quien acudió a los instrumentos que mejor maneja: la de los panfletos, que en labor familiar se repartieron por el pueblo.

Era de esperar una pronto respuesta. Pero ¡qué respuesta! Apareció un panfleto en el que se hacen referencias a Sapuque y su combo, es decir toda su familia. Sus intimidades y demás idades; su pasado y su presente —faltó su futuro—. Ahí no hubo piedad con nadie. Fue un golpe demoledor a la mandíbula. Mejor, un golazo. Auténtico golazo, aunque sucio, muy sucio. Fue la auténtica obra de un
Goleador. Como el que necesita hoy la selección Colombia para ganarle a Uruguay.


Ilustraciones:
http://2.bp.blogspot.com/
http://www.ambulancia.net/MedicalEquipment/airwaypro.gif
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http://www.eltiempo.com/IMAGEN/IMAGEN-4503699-1.jpg

4 de septiembre de 2008

El que tenga ojos, que vea...



"De los animales salvajes, el más feroz es el tirano, y de los animales domésticos, el más peligroso es el adulador"   Plutarco



La reflexión que hace Marcos Aguinis, en el periódico La Nación, de Argentina, es seria, reposada, e implica un atisbo al conocimiento tanto político como literario y de la mente y conducta humana. Lo consideramos importante, y que será útil a nuestros visitantes. Esperamos que lo disfruten.

Psicología del tirano

Por Marcos Aguinis
Para LA NACION

Jueves 31 de julio de 2008 | Publicado en diario de hoy 


Abordé este asunto en el programa Hora clave y recibí tantos pedidos para que lo escribiera, que cedo al reclamo. No dije nada original, porque ya lo había desarrollado en uno de mis libros. En él me baso de nuevo ahora.


Sostuve que existe un "romance secreto" con los tiranos, a quienes se llama, según las épocas, caudillos, dictadores, "mano dura", personalidad carismática o jefe autoritario. Por ejemplo, los caudillos, dueños de vidas y haciendas, eran adorados por su valentía, su crueldad, su viveza, su obstinación y hasta su generosidad caprichosa. Gobernaban como un rey, pero no como cualquier rey, sino como un tirano, según el clásico modelo que nos viene de la antigua Grecia.

Ricardo Moscone, mientras realizaba una prolija investigación para componer su exhaustiva biografía sobre Sócrates, revisó las frecuentes condenas a la tiranía que realizaban los autores de aquel tiempo. Advirtió que Sófocles quizás haya intitulado su tragedia inmortal con el nombre Edipo , a secas. Dijo que tal vez haya preferido Edipo tirano . No Edipo rey , porque la palabra "rey" sólo es pronunciada una vez, hacia el final. La palabra "tirano" es repetida siete veces.


Freud se inspiró en esa tragedia para identificar el conflicto nuclear de la neurosis, debido al incesto que Edipo comete con su madre y por haber asesinado a su padre. En la Europa victoriana, cuando el psicoanálisis realizaba sus primeros avances, era decisivo poner el acento en estos puntos. Pero quedaban en la sombra otros, de gran riqueza. El complejo de Edipo, centrado en esos dos aspectos, adquirió un enorme desarrollo teórico; no así, en cambio, otro elemento básico: la tiranía, que esa obra expone de un modo magistral.

El desarrollo del argumento se adelanta a la técnica de las novelas policiales, porque desde el comienzo presenta un enigma por resolver: la causa de la peste que asolaba a Tebas. La peste no eran ratas o piojos o culebras venenosas. La peste innominada, en realidad, eran la tiranía y sus manejos. Edipo es un tirano que reúne en su personalidad y conducta todas las lacras. Desconoce la jerarquía y dignidad del prójimo debido a su narcisismo. Tiene tanto odio que enajena antiguos vínculos y hasta lazos de sangre. No ama ni le alcanza lo mucho que ya tiene. Lo asaltan accesos de furia. Grita fuerte e insulta, grosero. Su cabeza está nublada por una incesante paranoia, que no le da reposo. Es incapaz de escuchar los buenos consejos cuando se oponen a sus deseos o puntos de vista y considera enemigos detestables a quienes los formulan. No soporta ninguna derrota. No admite errores. Su superyó es destructivo, por lo cual es impotente para comprender al otro que, si no se doblega, lo acusa de enemigo. Le hierve el anhelo de venganza contra quienes considera un obstáculo para sus ambiciones, aunque antes lo hayan servido como súbditos obedientes.

La obra también revela que una tiranía puede instalarse por decisión popular. Edipo es elegido por los ciudadanos de Tebas. En este aspecto, no podemos sino redoblar nuestra admiración por Sófocles, que hace 2500 años nos advertía que los tiranos pueden acceder al poder con aplausos y felicidad comunitaria. Hitler fue elegido. Chávez fue elegido. Eso no garantiza que una vez en el trono, mantengan la ley y merezcan ser alabados como demócratas. No alcanza la elección: es determinante cómo se procede después. Si después corrompen las instituciones, persiguen a los que piensan diferente, generan confrontaciones para justificar los desquites y realizan una apropiación indebida del patrimonio ajeno, la presunta democracia pasa a ser una tiranía.

El retumbante coro de la tragedia Edipo tirano exige conservar las leyes. Porque son las leyes lo primero que profana el tirano, esa singular peste de la sociedad. Después el coro señala que la intemperancia engendra a los tiranos y que, si llegan muy arriba, se despeñan, con dolorosas consecuencias para todos.

En Grecia, el vocablo tyrannos se aplicaba a dioses y hombres. Se refería al poder absoluto y arbitrario que no respetaba la ley, cuyas normas debían flotar por encima de ellos mismos. Es un tyrannos quien adopta medidas despóticas que incluyen la fuerza: castiga, destituye, descalifica, persigue, destierra y hasta mata. El tyrannos es violento. Es rencoroso. Prefiere permanecer ensimismado, encerrado, sólo accesible a los aduladores, para sostener su mundo ilusorio, autista. Ignora la piedad y el perdón, que considera signos de peligrosa debilidad o derrota. Jamás se pone en el lugar del prójimo, al que, en general, desprecia cuando no le sirve. Considera que merece que todo le pertenezca. Por eso se dedica a confiscar los bienes ajenos. Y no lo frena el pudor al mentir, en especial cuando asegura que ayuda a los pobres y débiles. Pero los pobres

 siguen siendo pobres, para constituir su ejército ciego, ignorante, que lo apoya para continuar atornillado en el poder. Dice que gobierna para todos, pero es mentira, porque margina sin clemencia a quienes no bajan la cabeza ante él ni doblan la rodilla. Le fallan las percepciones debido a la omnipotencia de su mente inmadura. Su soberbia requiere una reiterada convalidación por parte de los aduladores, que deben servirle halagos como si fuesen el pan de cada día. Es un negador tenaz de la realidad, a la que le impide que llegue a su retina. Por eso, Edipo termina arrancándose los ojos: ojos que se negaron a ver.

Es notable que, cuando ya había perdido su cetro y, pese a semejante debacle quería seguir mandando, su sucesor, el tirano Creonte, le reprochó: "No quieras mandar en todo, Edipo, cuando incluso aquello en que triunfaste no te ha dado provecho en la vida".

Según Plutarco, uno de los famosos sabios de Grecia, llamado Bías de Priene, cuando fue interrogado sobre los animales salvajes, contestó de esta forma: "De los animales salvajes, el más feroz es el tirano, y de los animales domésticos, el más peligroso es el adulador". Podemos agregar que ambos se complementan y nutren bebiéndose la misma sangre.

En la Argentina hemos disfrutado puestas escénicas inolvidables de la tragedia de Sófocles. El psicoanálisis ha cepillado hasta la raíz, ida y vuelta, el complejo de Edipo. No obstante, el tirano que los griegos clásicos nos aconsejaban mantener lejos, como un mal endémico, sigue vigente en el querer secreto de la sociedad. Por eso los elegimos, por eso no les ponemos límites o incluso negamos que tengan rasgos ominosos. No denunciamos con fuerza sus defectos, sus vicios y abusos, sino que tendemos a racionalizarlos, a menudo por miedo o intereses egoístas. Franjas importantes -por motivos espurios, a veces; por obnubilación emotiva, otras- tienden a seguir confiando en que cumplirán sus promesas de brindarnos un país mejor y superarán el retroceso que padecemos en casi todos los órdenes. Dicen que son ellos quienes combatirán el dragón que nos chupa la riqueza, nos hace trampas, nos devasta. Sus promesas son altisonantes y aseguran reivindicaciones, ecuanimidad, progreso; aseguran ser lo mejor de la historia. Pero el progreso se reduce a engordar sus propios bolsillos y los del círculo de amigos incondicionales (que tienen la etiqueta de ese animal doméstico y dañino llamado adulador).

Los tiranos, una vez encaramados, sobre el paño verde de la ruleta nacional, barren como un crupier todas las fichas al alcance de su rastrillo. Se ocupan, desde el alba de su gestión, en destruir los controles y los frenos que puedan bloquear sus propósitos. Algunos son más prudentes y disimulados; otros se envalentonan hasta la náusea. No consideran que la corrupción sea inmoral si lleva agua a su molino.

La corrupción, en sus manos, es una herramienta adicional para mantener puesta una soga en el cuello de los cómplices: así no hablan ni se sublevan. El tirano puede ser todo lo maligno que se quiera, pero no es tonto.


Sus efectos deletéreos no se limitan a la gestión, sino a la degenerada ejemplaridad que inyectan en sus familiares, seguidores y el resto de los habitantes. Eduardo Fidanza me recordó un pasaje del libro Masa y poder , de Elías Canetti, donde titila este caso impresionante: "Cuando en la corte de Uganda reía el rey, reían todos; cuando estornudaba, estornudaban todos; cuando tenía un enfriamiento, todos aseguraban tenerlo; si se cortaba el pelo, todos se hacían cortar el pelo". Pero esa ejemplaridad producía consecuencias graves, porque implicaba coacción: "Que él estornude significa: ¡estornudad! Que se caiga del caballo: ¡caed!" Todo apuntaba a reforzar su dominio. Sus gestos y expresiones debían ser celebrados con aplausos y también se debía alentar su repetición. "Pocos logran sustraerse de la obligación que emana de mil manos aplaudiendo", enfatiza Canetti.

El premio Nobel va más lejos aún, cuando indica que el ámbito donde sucede lo que ha descrito se llama corte. Por eso "hacer la corte" y "adular" son sinónimos. La corte está infectada de subordinación y servilismo. "Cortesano" es una persona obsequiosa con su superior, un vasallo. ¡Cómo abundan!

Y aquí cierro el artículo. Cualquier semejanza con nuestra realidad nacional no es pura coincidencia, sino que queda a criterio del lector. 


Imágenes:

http://www.elpais.com/


2 de septiembre de 2008

Las verdades interesadas de Reuters

Con una pequeña muestra de lo poco que se debe creer en los informes de las agencias noticiosas al servicio del imperio, este pequeño ejemplo de cómo se manipulan las noticias. Los personajes, una vez hacen de muertos, otra de vivos... Abusan de la sensibilidad de las personas. Esto no quiere decir que aquí se haga lo mismo. No. Qué va. Aquí si, a Dios gracias, todo es claro, claro, como el agua del Río Bogotá.
Koestler



Jueves 28 agosto 2008 (14h16) :
Osetia del Sur, manipulaciones: Imágenes de guerra, guerra de imágenes
1 comentario

Unos días después de que estas imágenes fueron analizadas por el blog ruso Russia Inside Out y por el bloc serbio Byzantine blog al considerar las falsas, construidas por el fotógrafo David Mdzinarishvili, la agencia Reuters sencillamente ha retirado algunas de ellas de su sitio sitio web . Presentamos el análisis deconstructivo realizado por Byzantine blog


Esta foto fue publicada primeramente por Reuters como una imagen una "mujer muerta que es trasladada desde el pueblo de Gori". Pero esta "mujer muerta", increíblemente, se está sujetando al brazo de la enfermera.

Este hombre que muestra su rabia y aflicción se encuentra sentado exactamente en el mismo lugar donde fue tomada la imagen anterior: la misma pila de escombros se encuentra a su espalda y detrás de los restos metálicos de la imagen de una mujer "muerta" que está siendo "rescatada" yacen en sus cercanías de manera similar a la foto anterior – además de algunos restos de metálicos adicionales no identificados. ¿Qué se supone que representan éstos?





Los mismos hombres (tanto el vivo como el muerto) de las imágenes anteriores representan papeles diferentes en otras imágenes montadas por el mismo David Mdzinarishvili

Estas otras dos fotos del mismo fotógrafo, que muestran a una pareja de ancianos que lloran por su hijo muerto, evidencian el montaje del fotógrafo cuyo objetivo es obvio: ganar premios para fotos de la guerra de Osetia del Sur de agosto 2008. Se evidencia que el cuerpo ha sido desplazado por necesidades de encuadre de la imagen y la mujer ha recibido instrucciones para adoptar poses fotogénicas.



El título que Reuters le da a esta foto es "Georgianos junto al cuerpo de su hijo en el pueblo de Gori". La mujer mira hacia el cielo desde donde, supuestamente, llegó la muerte para golpear a "su hijo".


Pero para propósitos de esta foto, el cuerpo del "hijo" fue obviamente alejado de la acera. Esto tuvo la evidente intención no de cubrir las partes desnudas del cuerpo del hombre muerto, ni de permitir un poco de dignidad para el muerto. ¿Se realizó así por la luz? (Se debería retar a Reuters a encontrar una madre – cualquier madre – dispuesta a permitir que el cuerpo semidesnudo de su hijo sea arrastrado de esta manera, mientras un fotógrafo le da instrucciones sobre dónde colocarse, hacia dónde mirar y qué hacer después)


Por : Osetia del Sur
Jueves 28 agosto 2008

Ver: http://bellaciao.org/es/spip.php?article5376