

Por Acidonitrix
La elección de Sonia Serrano a la alcaldía no puede llamar a engaños a nadie. Fue, antes que nada, un rechazo contundente al grupo que venía en la administración desde hacía doce años. Pero parece que el cambio no va a ser mayor cosa. O, en otras palabras, perdimos el voto. Al menos ya se oye decir eso en el municipio.
Veamos algunos casos. En alumbrado público, se contrató para dicha función con el señor Mario Fontecha, que ha sido tradicionalmente subordinado, socio y/o empleado de Mario Gómez, el esposo de la alcaldesa. Blanco es, frito se come, la gallina lo pone, ¿qué es?
La contratación para algunas reformas de mantenimiento en el hospital se hizo con Henry Gómez.... ¡el cuñado de la alcaldesa! El manejo del hospital requirió un nombramiento provisional para Director. Se contrató a alguien de quien sólo podemos decir que es ajena al hospital y una ficha política de Convergencia ciudadana. Eso no importa. La pregunta es: ¿Acaso no hubiera sido más sano nombrar a una persona que tiene sentido de pertenencia con la organización y es muy capaz? Nos referimos por ejemplo a alguna funcionaria del mismo, que haya recibido la capacitación apropiada para manejar la institución; la verdad, hay varias. Nos abstenemos de dar nombres.... por no atraer rayos ni centellas.
Para no hacer muy larga la lista, lo del Plan de Desarrollo es muy interesante. Se contrató con personas ajenas al municipio. Que no lo conocen. Que no han hecho presencia ni han concertado ninguna de las metas, políticas ni programas o proyectos. Es más, el listado de mercado que anda como documento de trabajo es de una pobreza –ahí sí– franciscana. Por ejemplo, tienen como gran proyecto pavimentar en el casco urbano, durante cuatro años: ¡400 m2! En próxima entrega daremos a conocer algunos puntos, como ejemplo de miopía planificadora.
En determinados aspectos parece que se hubieran copiado “proyecticos” para municipitos como Jordancito Bajito, para decirlo en los términos apaisados tan queridos por los bolombianos.
Además, mueve a seria consideración el que en pocos días, tres funcionarias importantes para su gestión le hayan renunciado en forma irrevocable. Por un lado la Contadora municipal, en momentos en que su desempeño es vital para rendir los informes correspondientes al gobierno nacional, alegando que no se prestaba a maquillar informes. Y esta semana, la Secretaria de Gobierno y la responsable de Hacienda. Tres cargos sensibles. Todas las personas con profundas contradicciones con la mandataria municipal.
Pero no todo es tan malo. Vienen algunas buenas noticias. Se hará el reinado de la piña y otros más, como el de niñas. Y volvemos a las ferias, ¡el culmen de la concepción cultural que ahora predomina en los pasillos del palacio municipal! Sugiero que para que no acusen a la alcaldesa de machista, también promueva en Lebrija el primer reinado nacional gay de la piña. Podría llamarse el ¡Primer Gaypiñado de Lebrija!