
Ya la gobernación, mejor, Planeación departamental, ha enviado a todos los municipios la correspondiente solicitud de rendición de cuentas acerca del Plan de Desarrollo. Para información de nuestros lectores damos a conocer los puntos del mismo. Servirá para una reflexión sobre el del municipio de Lebrija en lo atinente.
Veamos. En primer lugar piden que se haga llegar a la oficina de Planeación departamental a más tardar el 20 de junio una copia impresa y en formato magnético del Plan de Desarrollo para la vigencia 2008 – 2011. Y obviamente, para contrastar el cumplimiento de la ley, anexan otros requisitos que se deben cumplir.
- Programa de gobierno.
- Plan de ordenamiento territorial (formato magnético).
- Documentos que certifiquen la convocatoria y nombramiento del Consejo Territorial de Planeación.
- Concepto emitido por el Consejo Terriotorial de Planeación sobre el Plan de desarrollo, en los términos y plazos fijados por la ley 152 de 1994,
- Actas y/o soportes del proceso de participación llevado a cabo durante la formulación y aprobación del Plan de Desarrollo.
- Si existe, visión del territorio, en caso de no, la prueba de los ejercicios que se hicieron para formular uno para el Plan de Desarrollo.
- Soportes del ejercicio de viabilidad financiera realizado para la formulación del Plan de Desarrollo (Marco fiscal de mediano plazo, ejercicios de costeo de programas, etc.)
- Documentos de aprobación del Plan de Desarrollo o adopción por decreto; categorización del municipio; Copia del presupuesto municipal, con los ajustes de coherencia acorde al Plan de Desarrollo.

Segunda: la coherencia con el Programa de gobierno, del cual se dejaron de lado aspectos importantes como contratación con las comunidades. O el empleo para los lebrijenses. O el manejo honesto de la cosa pública. O el programa de vivienda de interés social. En fin, elementos importantes y estratégicos. Por ejemplo, la manera como se tuvo en cuenta al Consejo Territorial de Planeación (del cual se desconoció su aporte y su crítica). Lo cierto es que el susodicho organismo se sintió como un rey de burlas. Y obvio, se presentaron renuncias. Y críticas descarnadas por la calidad y contenidos del Plan de desarrollo.
Para no extendernos mucho, cuando se haga el análisis de coherencia entre el Programa de gobierno, el Plan de desarrollo municipal, el Departamental y el Nacional (matriz que no realizaron), saldrá de bulto el chamboneo del mismo. Ni para qué hablar de diagnósticos fusilados y ya sin valor porque no existían, por ejemplo, los puestos de salud. En fin, el copia y pega más descarado y mediocre. Apenas dignos de tan sabia administración. Ahora sí empieza el verdadero trabajo.

Si cuando Ricardo Jaimes fue alcalde, mandaban todos menos dicho personajillo, por irresponsable, en esta sólo manda el super genio Ardila. ¿Qué habrá detrás de tal conducta?
¿La irresponsabilidad social nos saldrá costosa?
Imágenes:
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