Lamentamos la defunción de un prohombre de Lebrija: Don Marcos Mantilla.
Los panegíricos sobre él son pálidos ante la riqueza de una vida sencilla y
honesta, que llevó con dignidad y buen humor.
Quienes tienen memoria del municipio hablan elogiosa y encomiablemente de
este hombre que ayudo a construir nuestro pueblo. Nosotros, los jóvenes, apenas
pudimos conocerlo ya en su edad avanzada, y, admirar su don de gentes y recoger
las opiniones elogiosas que daban de él nuestros mayores.
Nos duele su muerte y la decadencia de su salud que nos privó de su
sabiduría, buen humor y risas amables.
Que Dios lo guarde, y que aprendamos de su vida ejemplar.