
Por Koestler
La fauna política colombiana cada día nos da más sorpresas. El Congreso se ha llenado de muchos hórridos animales: paracus sangrinubus, ladronis insasiabilis, lambonis culimbiris, etcétera. Todos, claros ejemplos de nuestra riqueza en alimañas. Ahora, para gloria nuestra aparece una nueva variedad: 'el corzo colombiano'.
Creíamos que sólo apacentaba en suelos europeos. Pero ahora está en nuestra patria. En el viejo continente existen multiples subespecies: en la adocenada España, las subespecies de corzos capreulus decorus, capreulus canus y capreulus garganta. Todas con la misma característica: emiten ruidos parecidos a ladridos. Y de un tamaño pequeño, hábitos pastoriles y de ramoneo. En fin, animales pacíficos, salvo cuando están en celo.
Ahora bien, según el mejor taxonomista del mundo, el Dr. Tho Me Losé, la subespecie colombiana es un híbrido del cruce de las suespecies española (Capreolus canus) y la siberiana (Capreolus pygarus), de la cual devino la que será indudablemente muy famosa subespecie Capreolus godus pycarus colombiana.
Es el momento para que la Sociedad protectora de animales proponga una reforma constitucional que le garantice una vida impune a la fauna congregacional, como la ley de impunidad, perdón de inmunidad, que propone el ahora presidente del Congreso, el Dr. Corzo — que de paso se halla perseguido por 'injustas demandas' en su contra. Como las que terminaron hundiendo a su coterráneo Félix Salcedo Baldión (mejor sería Baldón), otro ejemplo de la animalocracia colombiana (con perdón de los animales).
Se le acusa, y no tan temerariamente, de tráfico de influencias; beneficiario de las 'notarías de Uribe', para pagar la reelección; puesto en la picota pública por los mismos paramilitares, etcétera. Pero es de buenas, como lo corrobora el hecho de que el día en que iba a ser allanada su residencia por orden de la Corte Suprema de Justicia, éste ya la había abandonado, y corrió con mejor suerte que su copartidario Alirio Villamizar.
Presidente del Congreso: Juan Manuel Corzo
Así que, preparémonos para un Congreso Execrable, o ¿admirable?
Así lo permite sospechar el que la coalición de gobierno lo hubiera impuesto como presidente del Congreso.
Para quien desee leer algo más al respecto: http://www.laopinion.com.co/noticias/index.php?option=com_content&task=view&id=373407&Itemid=85