Pues no convence tanto valor. Porque el verdadero valor implica compromiso real. Compromiso con la "patria" que tanto se menciona y se le pide a otros que "defiendan". Porque son las madres y padres del pueblo quienes tienen la obligación de enviar a sus hijos a la guerra, para defender a una patria desgarrada en sus entrañas, en la que los pobres ponen los muertos y sufren la miseria para defender a unos pocos que la usufructúan sin arriesgar sus vidas.Hable con el ejemplo Señor Presidente. Envíe a sus hijos a la guerra como le toca a los hijos del pueblo. Envíe a sus hijos a un Patascoy como le toca al hijo de cualquier vecino, ya sea un Moncayo o un Rosero o un Usmarin Ortiz, etc. Y, sólo después de que sepa lo que es la desgracia de tener uno secuestrado, jáctese de rescatarlo a sangre y fuego. En ese caso si se le puede creer que hable con autoridad. Mientras tanto es cobarde hablar del sacrificio... de los demás. Porque, y es una verdad de a puño, ningún hijo de la oligarquía va al frente de combate a defender una "patria" de la cual son los únicos que se benefician.
¡Ya basta! Se requiere el intercambio humanitario.
¡Ya basta! Suspendan esa danza macabra que sostienen su gobierno y las FARC.
