5 de enero de 2012

Sobre pensiones... ¡Abran el ojo!


Por Koestler




Empieza el debate sobre las pensiones: que son insostenibles, que el sistema quiebra de seguir así y por ello es importante incrementar la edad de jubilación. En fin, muchas 'soluciones' producto de visiones acomodaticias. Lo más sencillo: recortar derechos a los más débiles. 


El debate apenas empieza aquí, aunque en otros meridianos ya es tema manido y, también, sufrido, pues las gentes no despertaron a tiempo. El único efecto es quitar a la mayoría de la población la posibilidad de una vejez tranquila, así no sea tan digna. 


Para ir dándole un enfoque distinto al tema, dejamos aquí una pequeña pregunta, para re enfocar el tema: ¿Por qué a la vez de querer alargar el tiempo de acceder al derecho de pensión no se preocupan por garantizar que la población activa laboralmente, de edad avanzada, pueda conservar su empleo? La tragedia está en que a los 40 años ya se es 'viejo' para un empleo nuevo y para mantenerse en el mismo, lo cual conlleva a un despido precoz sin posibilidad de acceder a un nuevo trabajo. Así: ¿cómo consigue lo del diario vivir suyo y de su familia, y cuándo, cuándo, se podrá pensionar?


El siguiente artículo del Dr. José Fernando Isaza pone el énfasis en los aspectos de justicia y ética aparejadas a este tema. Los invito a que lo leamos con detención.



Tomado de Elespectador.com  (4 Ene 2012)



José Fernando Isaza

Pensiones

Por: José Fernando Isaza


CIRCULAN RUMORES DE MODIFICACIÓN al régimen de pensiones. ¡Que tiemblen los de salario mínimo! La frase anterior recuerda la expresión “¡Que tiemblen los porteros!”, cuando llegaba un nuevo gobierno.


El régimen pensional tiene privilegios en cabeza de quienes hacen las leyes, las interpretan y tienen la fuerza de las armas. Los casos más aberrantes son los carruseles pensionales en el Congreso y en las altas cortes, en particular en el Consejo Superior de la Judicatura.José Fernando Isaza
La Constitución del 91 prohibió las suplencias personales —horizontales— de los congresistas, pero no contaban con la astucia de la clase política, que en una reforma constitucional con el voto preferente, y la posición en la lista, las revivió como suplencias verticales. La generosidad de los congresistas y magistrados sería digna de ejemplo si la hicieran con sus propios recursos, el problema es que el “regalo” lo hacen con dineros públicos. En el Consejo Superior de la Judicatura se destaca un excontralor de Bogotá por sus millonarias donaciones, con dineros ajenos. Poco éxito ha tenido el Distrito Capital en la elección de sus defensores del patrimonio público. Para tener una idea del deterioro de las finanzas públicas en el carrusel de pensiones se puede hacer el siguiente cálculo. El valor de fondear una pensión es aproximadamente 22 veces el pago anual, la cifra anterior es muy sensible a la tasa de interés. Si un elegido para obtener una jugosa pensión con un año de trabajo en el Congreso, o las altas cortes, ha cotizado con un salario digamos de $3 millones mensuales, al ingresar al baloto millonario puede pensionarse con $15 millones. Financiar esta pensión le cuesta al país $4.290 millones. Es bueno recordar que son 13 mesadas, el fondeo de la pensión de $3 millones, valdría $858. El regalo es de $3.422 millones. Es una apropiación legal, pero inmoral de bienes comunes. Multiplíquese esta cifra por el número de ganadores de esta avivatada y puede concluirse que el problema pensional no se resuelve con el monto de la pensión mínima.

Por supuesto que se requieren modificaciones al sistema pensional, la más importante es ampliar su cobertura, una sociedad no puede permitirse que más del 70% de sus ciudadanos no tengan pensión ni expectativa de ella. Las reformas deben tocar los regímenes privilegiados. No se entendería que, en aras de la sostenibilidad financiera, se redujeran los beneficios de los afiliados al seguro o a los fondos de pensiones y se mantuvieron los de las cortes, el Congreso, el Ejército. Un aspecto preocupante para la ética pública es el cambio de denominaciones que reflejan cambios culturales; lo que antaño se llamaba avivatada o tráfico de influencias, el gobierno anterior lo denominó espíritu emprendedor.

No sólo en Colombia se daban casos de personas jubiladas de muy avanzada edad que se casaban con jovencitas; a la muerte del pensionado ambos pasaban a mejor vida. The Economist cuenta un caso, que bien puede ser el récord Guinness, de duración de una pensión. Gertrude Janeway se casó en 1927, de 18 años, con un veterano de la guerra de secesión americana que tenía 81 años, y era pensionado desde 1865, la señora Gertrude murió en 2003, recibiendo los US$75 mensuales. La mesada no estaba totalmente indexada, en total fueron 138 años de pensión, por pocos años de trabajo, pues Johan el veterano se jubiló a los 19 años. Se reclutaban menores para la guerra.



* Rector Universidad Jorge Tadeo Lozano.