12 de marzo de 2009

¿Violó la Constitución?






Por Koestler


Nuestro inefable presidente, canciller y ministro de guerra, Dr. Santos anunció la firma de un convenio con su homólogo ministro de guerra brasilero para que ambos ejércitos puedan penetrar, perseguir en caliente y bombardear la zona del país vecino hasta cincuenta (50) kilómetros más allá de las fronteras. Una noticia con características tan graves pocas veces se había dado en el país.

Se trata no sólo de una felonía, a la que nos tiene tan acostumbrados el ministro Santos, sino de una traición a la patria.  Se le olvida que Colombia no es un ubérrimo donde puede entrar al que se le autorice, por conveniencia de los dueños, sino una nación democrática.




¿Quién lo autorizó? No sea que una vez más quiera poner a Uribe entre los palos. Falta ver la reacción del Congreso... bueno tal vez una cursera porque se le acabó el valor civil, salvo contadas excepciones.

LO ÚNICO CIERTO ES QUE SE TRATA DE UNA TRAICIÓN AL PAÍS Y DE UNA VIOLACIÓN A LA CONSTITUCIÓN NACIONAL.
 

Obama: ¿pelando el cobre?




La política exterior norteamericana se va aclarando: como siempre... "obscura, bien obscura."  Cada vez más Obama queda aprisionado en las tenazas de los grandes grupos del poder yanqui, guerreristas por intereses económicos y su prepotencia imperial. Ahora la tumba de sus ilusiones será Afganistán, en un suelo donde históricamente han sido derrotados los más grandes ejércitos del mundo. Sin excepción.


Obama y su coalición de los ya no tan dispuestos

Por Amy Goodman*


El Presidente Barack Obama se reunió recientemente con los primeros ministros de Canadá y Gran Bretaña. El encuentro de esta semana con el británico Gordon Brown—promotor de un “New Deal mundial”—provocó una pequeña conmoción cuando la Casa Banca decidió reducir la conferencia de prensa que estaba pautada a una simple sesión de preguntas y respuestas en la Oficina Oval, lo cual en ciertos círculos británicos fue visto como un desaire. Se adujo que el cambio se debía al mal tiempo que cubrió de nieve el Rose Garden, lugar donde tradicionalmente se celebran las conferencias de prensa presidenciales.

Pero quizás no se debiera tanto al exceso de nieve que efectivamente cubría los jardines de la Casa Blanca, sino a una estrategia dirigida a cubrir las crecientes diferencias en las políticas referidas a Afganistán.



La política que impulsa Estados Unidos en Afganistán incluye un incremento pronunciado de soldados—ya iniciado—y bombardeos continuos en Pakistán utilizando aviones teledirigidos. La intensificación de las muertes civiles es un hecho. Naciones Unidas estima que más de 2.100 civiles murieron en 2008, lo cual representa un incremento del 40 por ciento con respecto a 2007.

La ocupación de Afganistán ya lleva ocho años y en muchos países de la OTAN concita cada vez menos apoyo. Joseph Stiglitz, ganador del Premio Nobel de Economía en 2001, me dijo: “El avance en Afganistán va a costar muy caro. Las cosas no están marchando muy bien… Nuestros socios en la OTAN están cada vez más desencantados con la guerra. He hablado con mucha gente en Europa y ellos sienten que la situación está realmente empantanada, que nos estamos empantanando otra vez.”

Cuarenta y un naciones contribuyen con tropas para conformar la presencia de 56.000 efectivos de la OTAN en Afganistán. Más de la mitad de estos soldados son estadounidenses. El Reino Unido tiene 8.300 y Canadá casi 3.000. Mantener las tropas resulta costoso, pero el costo humano es aún mayor. Con un total de 108 muertes, Canadá tiene la tasa más alta de muertes per cápita de los ejércitos extranjeros en Afganistán, debido a que sus tropas están destacadas en el sur, en las inmediaciones de Kandahar, donde los talibanes son más fuertes.

El domingo pasado, el Primer Ministro canadiense, Stephen Harper, declaró en CNN: “No vamos a ganar esta guerra quedándonos… De hecho, mi opinión personal es que francamente no vamos a derrotar nunca a los insurgentes.” El Secretario de Defensa Robert Gates escribió hace poco en la revista de política exterior Foreign Affairs: “La victoria de Estados Unidos no puede lograrse matando o capturando.” Sin embargo, fue Canadá quien fijó el plazo para el retiro de tropas a fines de 2011. Estados Unidos, en cambio, habla de escalada.




Anand Gopal, corresponsal en Afganistán del periódico The Christian Science Monitor, describió la situación en el terreno: “Muchos afganos con los que he hablado en la región del sur, donde se están dando los combates, afirman que traer más tropas resultará en un aumento de las bajas civiles. Traerá más incursiones nocturnas, tan resistidas por la sociedad afgana. Y también está el problema de que cada vez que los soldados estadounidenses entran en una aldea y luego se retiran, atrás vienen los talibanes a atacar la misma aldea.” La legisladora afgana Shukria Barakzai le dijo a Gopal: “Envíennos 30.000 universitarios. O 30.000 ingenieros. Pero no nos envíen más tropas, que sólo traerán más violencia.”

Las mujeres de Afganistán cumplen un rol clave en la lucha por la paz. Una fotógrafa me escribió recientemente contándome que: “El domingo 8 de marzo se realizarán diversas celebraciones en todo Afganistán para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. En Kandahar, cientos de mujeres se reunirán para orar juntas por la paz, un acto que resulta particularmente significativo en esta región tan inestable de Afganistán.” Al retornar de un encuentro internacional de mujeres celebrado en Moscú, la escritora feminista Gloria Steinem señaló que se habló en particular de la necesidad de que los medios de comunicación contrataran a corresponsales de paz para contrarrestar a los corresponsales de guerra. De esa manera se amplificarían las voces de la sociedad civil, resaltando a aquellas que luchan por la paz. En los medios de prensa estadounidenses la tendencia es a equiparar librar una guerra con combatir al terrorismo. Pero en el terreno, las bajas civiles provocan una enorme hostilidad. En este sentido, Mary Robinson, ex presidenta de Irlanda, recalcó: “Me entristece y asombra la virulencia de las reacciones anti-estadounidenses que provocan estas guerras [en Irak y Afganistán]. Son vistas como ocupaciones. … Creo que es vital que aprendamos de los errores en que incurrimos al hacer llamamientos de guerra, en particular, a hacerlo de la manera en que lo hizo Estados Unidos, sin tener en cuenta las preocupaciones que planteaba el resto del mundo …lo que pasó inicialmente con la guerra de Irak… Es cierto que el Reino Unido se sumó, pero había mucha gente dentro del Reino Unido que no apoyó la alianza que abrió el camino a esa guerra. Y los daños han sido muchos. Tenemos que ser capaces nuevamente de construir una estrategia multilateral y una estrategia de apoyo regional para resolver problemas particularmente difíciles. Vimos que eso era posible en el caso de Corea del Norte, donde trabajaron y siguen trabajando juntos seis países, cinco países y Estados Unidos. Necesitamos una alianza similar estructurada en la región, porque está todo muy conectado ahora–Medio Oriente con Afganistán y Pakistán, e incluso con India, luego de los incidentes en Mumbai, y las tensiones que hay ahí. De manera que precisamos una estrategia que se nutra de la fuerza que brinda trabajar con los países vecinos.”

Barack Obama arrasó en las primarias y llegó a la presidencia debido en gran medida a su discurso antibélico. Sin embargo, mientras mandatarios como Brown y Harper están cediendo ante los crecientes reclamos de sus ciudadanos para poner fin a la guerra, en Estados Unidos apenas si se debate la decisión de aumentar las tropas en Afganistán, o el hecho de que la guerra se expanda hacia Pakistán.

*Amy Goodman, directora de www.democracynow.org

11 de marzo de 2009

Caricaturas y más... de ambos lados...



Revisando la producción de caricaturas de la red, algunas conocidas gracias a la amable colaboración de los lectores que nos apoyan con las direcciones web y las copias que nos envían, encontramos algunas muy interesantes. Apuntan a hechos muy reales y en ocasiones idénticos. Por ejemplo, de Colombia y Venezuela con, claro está, Uribe y Chávez. 

¿Acaso tratan distinto a la constitución?





¿Acaso no son lo mismo?





¿Acaso respetan la ley y los derechos?






¿Acaso los áulicos no les ocultan la verdad?




¿Cordial invitación de Uribe?





¿Y los mamertos turisteando?





No se trata de buen estado físico, sino mental y de honradez...






Tomados de:
mamertoons.blogspot.com
uribestiario.wordpress.com

9 de marzo de 2009



Por Acidonitrix


Del ahogado, el sombrero....


Por fin el gobierno del Dr. Uribe Vélez finalizó su maravillosa obra... de regalar la ESSA. O mejor de regalar la participación nacional y los aportes que en los proyectos de electrificación rural y urbana fueron creadas con fondos de los municipios, del departamento y de los particulares, que terminaron engrosando el patrimonio de la ESSA.


Pero no todo fue una pérdida. Afortunadamente el actual gobernador, Dr. Serpa, algo pudo salvar y mejorar la participación departamental en el acervo accionario. Qué diferencia con la del anterior gobernación, su grupo político de Convergencia ciudadana, muy interesados en liquidar los bienes de la ciudadanía santandereana para “invertirlas” a su acomodo.


Una sincera felicitación al Dr. Horacio Serpa por su labor en defensa del patrimonio de los santandereanos. No se pudo salvar más pero hizo lo que estuvo a su alcance, con tenacidad e inventiva. Los santandereanos le estamos muy reconocidos. Los sinceramente preocupados por el desarrollo de nuestra tierra, claro está. Los oportunistas y traficantes del erario público no, como era de suponerlo.


Las encuestas de Uribe "agallup"


Acostumbrados como están los alfiles del gobierno a engañar a los colombianos con mentiras y sofismas, ahora nos presentaron una última encuestas en la que el presidente Uribe aparece con una intención de reelección del 80% de los colombianos. Pero un estudio estadístico de los datos, como lo demostró el periodista Coronel, muestra una falsificación miserable de los datos.

El Dr. Uribe ya debe tener claro que “cuando se va de culo pal'estanco no hay barranco que lo'ataje”. Y por eso las estadísticas falsas.

¡Otro falso positivo al descubierto!



Ilustraciones:
www.pensamientoplano.blogspot.com
http://www.radiosantafe.com

8 de marzo de 2009






Por Koestler




Ojo a la mata que mata 

La coca es una planta sagrada....

Aunque no se crea la campaña nacional de “Ojo a la mata que mata” debe ser candidatizada a un premio universal.... a la estulticia. Pocas consignas tan sosas, mentirosas y de un contenido tan rico en ignorancia. Que no quede duda sobre que el gobierno Uribe aquí demuestra claramente su pensamiento sobre el problema de las drogas.

En primer lugar, ninguna “mata” o planta tienen la culpa del uso que le den las personas. Por ejemplo, la coca es una planta medicinal, de usos culturales muy importantes por las comunidades indígenas, pero, además, una planta de alto contenido alimenticio y proteínico. Se la combate sin piedad como si fuera la culpable de los problemas del consumo de la cocaína.


...la marihuana también tiene usos medicinales...

Pero a nuestros interesados mandamases del gobierno ―para ser justos, parece un mal universal― sólo les afana destruir los cultivos de coca, sin importarles las ventajas naturales que tiene ni las tradiciones culturales de los pueblos nativos. La culpa es de la “mata que mata”.  Lo único real es que el clorhidrato de cocaína sólo se puede extraer de la “mata que mata” gracias a insumos químicos que producen las plantas industriales de países desarrollados.  ¿Por qué no “las fumigan” o las bombardean?   Lo decimos, claro, para estar a tono con la política oficial, no porque tengamos alma de terroristas.

Para no hacer mucha memoria, vale la pena recordar que en nuestro país la producción de cocaína empezó gracias a la Alianza para el progreso que promovió el presidente Kennedy. Sus famosos cuerpos de paz fueron los que llegaron a capacitar a nuestras gentes en la producción de cocaína y en los grandes cultivos de marihuana.  Antes de la llegada de los cuerpos de paz no existía esa producción nacional. Entonces, ¿Quiénes son los iniciadores y responsables, por ende, de dicha actividad?  

No olvidemos que la marihuana tenía una extraordinaria demanda para los soldados yanquis en la guerra de Vietnam.  Al fin y al cabo la clientela no podía quedarse sin el suministro de sus productos esenciales. Y voilá, mientras nos civilizaban y traían su democracia, los gringos montaban el negocio de las drogas; negocio por el cual nosotros somos ahora las putas del paseo.

No vale la pena extendernos en esto. Lo cierto es que al parecer el manejo de la problemática de las drogas está afectado por políticas perversas e intereses soterrados y de ambiciones desmesuradas. La persecución contra la producción, comercio y distribución de las drogas sólo ha estimulado dicha actividad por los altos estándares de rentabilidad que generan nacional e internacionalmente. Es un mecanismo harto conocido por los comerciantes: monopolización y acaparamiento para elevar los precios, a la vez que se controlan los mecanismos para su distribución mundial. Se diría que quienes más la persiguen y restringen más se benefician.

...el tabaco mata más...

Pero no vale la pena detenernos mucho en esta “realidad” tan escondida tras frases moralistas y efectistas. Miremos otros datos a nivel mundial. Según la ONU, mueren al año, a causa del tabaquismo, más de cinco millones de personas.  Como consecuencia del alcoholismo, más de dos millones quinientas mil personas. Y por el uso de las drogas alucinógenas unas doscientas mil personas. Entonces ¿dónde se encuentra la bolita?   Sencillo.  Que unas son muertes legales, es decir por productos o drogas legales: tabaco y alcohol. En nuestro caso, protegidas por el Estado o el gobierno que esté de turno, como ahora el del Dr.  Uribe Vélez.

Ya no es rentable perseguir el alcohol y el tabaco.  En cambio, contra el opio, la cocaína y la marihuana si hay justificación para una guerra, para un negocio redondo de armas, equipos bélicos de toda clase, por participación o coimas en contratos, y paremos de contar los “beneficios” que trae semejante guerra.

Una pequeña pregunta: ¿Cuál problema es más grave?   ¿Por qué sí es legal una droga que ocasiona cinco millones de muertes al año, u otra que ocasiona dos millones y medio al año, y se persigue con tanta saña una de menores efectos en la población?   Averígüelo Vargas.

Fin de la primera parte.