15 de abril de 2010

Dos polvos semanales, santo remedio

Sexo con Esther

El pene y el corazón de los señores están emparentados: siempre lo he creído, pero ahora la ciencia me da la razón.

Científicos del New England Research Institute (en Massachusetts) encontraron, en un estudio con 1.000 hombres, entre los 40 y los 70 años de edad, que dos polvos a la semana (como mínimo, oigan bien) reduce casi a la mitad el riesgo de que se infarten.

Esto les cae como una pedrada a los mojigatos, que ni hablan ni dejan hablar de sexo, porque les parece vulgar. A ellos los invito a que, a partir de ahora, vean las actividades bajo las sábanas como un remedio, ya que nunca aceptaron que era una herramienta de placer.

La investigación dice que, por el contrario, usar el equipamiento anatómico y hormonal sólo en cumpleaños, aniversarios y otros eventos conmemorativos, los expone a que se les pare... el corazón.

Aunque ya se ha escrito mucho sobre los beneficios de hacer el amor (para los que no les gusta la palabra 'polvo'), es la primera vez que se demuestra que la actividad física que genera esta deliciosa práctica, el efecto que ejercen las hormonas liberadas durante ella y la sensación de bienestar, relajamiento y satisfacción que quedan después de hacerlo como Dios manda, sí protegen contra la enfermedad que más gente mata en el mundo.

No faltarán quienes digan que conocen casos de señores infartados en un motel. Pues con respeto les cuento que si bien esto es noticia, por el morbo que despierta, se trata de muy pocos episodios, frente a la cantidad de señores de señores castos y aburridos, cuyo corazón no les aguanta la celebración de un gol de Messi.

Sí, lo repito y lo grito: ¡A arrastrar menos los pies en centros comerciales y a consagrarse más al aquello! Hagan de cuenta que es un medicamento, con muchas ventajas: lo tiene a la mano, no necesita fórmula médica, no tiene efectos secundarios, es delicioso y no irrita el estómago. Y aunque el estudio no hace extensivo este beneficio a nosotras, siempre estoy dipuesta a colaborar en la terapia. ¡Hasta luego!

ESTHER BALAC

Tomado de eltiempo.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Doña Esther: buena nota. Ojalá presenten más de estos en el blog.