6 de julio de 2008

De León de Greiff

León de Greiff es un gran poeta colombiano. Y ya que nos sirvió de leit motiv para referirnos a las FARC y su inútil accionar, que tan útil le ha salido a la oligarquía para cagarse en este país y echarle la culpa a otros, hemos decidido publicar tan hermoso poema.
Es un orgullo de colombia tan excelso poeta. Esperamos que todos los gocen.



La luna blanca... y el frío...
y el dulce corazón mío
tan lejano... tan lejano...
¡tanto distante su mano!

(León de Greiff)

Tomado de: flickr.com/photos/pilargonal/2062064412/


Relato de Sergio Stepansky

Juego mi vida! | Bien poco valía! La | |llevo perdida sin remedio! |

Erik Fjordson


Juego mi vida, cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida...

Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...

La juego contra uno o contra todos,
la juego contra el cero o contra el infinito,
la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito,
en una encrucijada, en una barricada, en un motín;
la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin,

a todo lo ancho y a todo lo hondo
-en la periferia, en el medio,
y en el sub-fondo...

Juego mi vida, cambio mi vida,
la llevo perdida
sin remedio.

Y la juego, -o la cambio por el más infantilespejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...:
o la trueco por una sonrisa y cuatro besos:
todo, todo me dá lo mismo:
lo eximio y lo rüín, lo trivial, lo perfecto, lo malo...

Todo, todo me dá lo mismo:
todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo

donde se anudan serpentinos mis sesos.

Cambio mi vida por lámparas viejas
o por los dados con los que se jugó la tónica inconsútil:
-por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil:
por los colgajos que se guinda en las orejas
la simiesca mulata,
la terracota nubia,
la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea
/rubia:
cambio mi vida por un anillo de hojalata
o por la espada de Sigmundo,
o por el mundo
que tenía en los dedos Carlomagno: -para echar a rodar
/la bola...

Cambio mi vida por la cándida aureola
del idiota o del santo;
la cambio por el collar
que le pintaron al gordo Capeto;
o por la duda rígida que le llovió en la nuca
a Carlos de Inglaterra;
la cambio por un romance,
la cambio por un soneto;
por once gatos de Angora,
por una copla, por una saeta,
por un cantar;
por una baraja incompleta;
por una faca, por una pipa, por una sambuca...

o por ésa muñeca que llora
como cualquier poeta.

Cambio mi vida -al fiado- por una fábrica de crepúsculo
(con arreboles);

por un gorila de Borneo;
por dos panteras de Sumatra;
por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra-
o por su naricilla que está en algún Museo;
cambio mi vida por lámparas viejas,
o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas...

¡ o por dos huequecillos minúsculos
-en las sienes- por donde se me fugue, en gríseas podres,
toda la hartura, todo el fastidio, todo el horror que
/almaceno en mis odres...!

Juego mi vida, cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida...

Septiembre 17 - |Diciembre 4, 1931

No hay comentarios: