Un dicho muy conocido afirma que "las cosas claras y el chocolate espeso". Y al parecer se puede suponer que Sonia Serrano, la alcaldesa elegida, se preocupa porque algunos de sus cercanos tengan claros estos asuntos. Ciertos hechos que se comentan así lo hacen ver, y esperamos poder señalarlo continuamente.
En las preliminares de la elección del personero municipal, el grupo de concejales que apoyó a la alcaldesa ha realizado gestiones para conseguir un voto que apoye la aspiración de Edgar Fernando Pérez a dicho cargo. Pero se dificulta la consecución de ese apoyo, pues algunos de los concejales que apoyaron al candidato de la Administración cobran dinero por dicho voto. El mercenarismo está al orden del día, para decir en términos eufemísticos lo que es una auténtica práctica de prostitución política.
Analizado el asunto con la Alcaldesa, ella fue enfática en afirmar que no piensa comprometer la gobernabilidad dando dinero para tener un personero "amigo" o de bolsillo que la acolite en lo que haga. Que no va a dar ningún dinero y menos prebendas por dicho apoyo. No teme que se elija un personero enemigo que la fiscalice pues sus planes son de trabajar por el desarrollo municipal y no permitir la corrupción. Buen punto.
De igual manera, ante una "visita" de quienes aspiran a que les entreguen como cuotas de poder cierta secretaría, para ser más precisos la de Planeación, fue enfática en afirmar que no va a ceder cuotas, que no piensa repartir ni comprometer la gobernabilidad, y que está dispuesta a apoyarlos en todo... lo que esté dentro de los parámetros de la legalidad. Que de lo contrario no cuenten con ella. Otro buen punto.
Por lo pronto, algunos parlamentarios se han comprometido con una suma importante de dinero para el cambio del alcantarillado municipal. Se habla de una suma de cuatro mil millones de pesos. Es una cantidad sustancial, pero se requiere más, pues gran parte de las redes del alcantarillado están desuetas y colapsando aceleradamente. Queda igual la tarea de la pavimentación de las calles.
Es de anotar que los puntos de vista de la Alcaldesa son de apoyar, pues no se requiere armar "coalisiones" que luego se vuelvan grupos de presión (casi que de extorsión) contra la burgomaestre. Ojalá se sepa rodear de un equipo de trabajo comprometido, técnico, eficiente y eficaz para garantizar una administración pulcra y al servicio de la ciudadanía lebrijense.
Es de celebrar que otros administradores tengan criterios similares. ¡Para la alcaldesa, buen viento y buena mar!
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