Las pirámides del Faraón

Por Koestler

Los antiguos faraones, los de verdad, dedicaban miles de esclavos a la contrucción  de pirámides  monumentales dotadas de tortuosos y riesgosos pasillos, donde colocar su divino cadáver -dotado de inmensas riquezas-. El fin era claro: enterrarse él y garantizar un viaje a la eternidad.

Ahora las pirámides se construyen espontáneamente, no por orden de Faraón alguno. Es verdad. Pero nacen con la necesaria inevitabilidad con la que un objeto cae atraído por la fuerza de gravedad. ¡Si los demás hacen fácil el dinero yo porqué no lo hago igual! Y los ejemplos sobran. En el terreno político, en el financiero, en la propiedad hacendaria del campo. El mensaje es claro: se puede hacer dinero. Aún más: a la gente la presionan a enriquecerse de continuo con la propaganda de la radio, la televisión, la prensa escrita, etcétera.

Es más existe un dicho malhadado que ha hecho carrera nacional: ¡Mijo, haga plata honradamente, pero si no puede, hágala! Y ese es ahora un imperativo nacional. Del que no escapan ni las más encopetadas familias de este país. Familias que en una generación pasaron de ser de clase media, de esa entre arruinada y pobre, a formar parte ahora de las más adineradas del país, de las más influyentes. ¡Vaya Usted a saber cómo se hicieron esos capitales, excepto el haber estado en el lugar equivocado en el momento equivocado!, y haberle sacado el jugo a la situación.

Ahora se extrañan de que las personas del pueblo quiera hacer dinero de manera rápida y fácil, y que por ello sean víctimas de las famosas pirámides, llámense como se llamen. Algunas van más allá de la dicha en este mundo. Ofrecen la salvación a cambio de dinero. ¡Y no es exclusividad de la iglesia católica, esta oferta! Ni es del pasado. Es de ahora. Del presente. Y hasta sale por la televisión dicha propaganda.

¿Qué culpa tiene el pueblo de tener una mentalidad mafiosa si esa es la educación que ha recibido mediante el ejemplo y los medios masivos de comunicación? ¿Si ese es el pan nuestro de cada día? Y es tan predominante... que no se escapan ni los miembros de la Casa de Nari, ni los amigos políticos de la Casa de Nari, nadie.

De lo que sí no queda duda es de lo bien aprovechado el incidente de las pirámides por nuestro jefe de Estado. No por las medidas para controlarlas, pues bajo su manto, durante más de seis años, surgieron y se fortalecieron las pirámides financieras. ¡No, qué vá! No se trata de las medidas para controlarlas. Es la forma como las está usando, con el despliegue mediático tan impresionante, para enterrar, o, mejor, tratar de enterrar a los más de DOCE MIL COLOMBIANOS DESAPARECIDOS BAJO ESTE GOBIERNO (12.000). Recuerdenlo bien: VAN MÁS DE DOCE MIL.... DOCE MIL... DOCE MIL......  y faltan datos de otros municipios. Apenas empieza el destape de la verdadera pirámide. La del dolor, la del terror. La que este gobierno no quiere que la gente recuerde.

Ilustraciones: http://medusa.unimet.edu.ve/mecanica/bpii00/Historia/piramides.JPG