Por Koestler
Este año, el 2011, será de gran importancia para nuestro municipio. Por muchas razones, entre ellas, porque se da inicio al proceso democrático de elección de alcalde. Los ciudadanos tenemos la oportunidad de nombrar al jefe del ejecutivo que debe concretar, lo mejor posible, las aspiraciones de los habitantes de Lebrija. Y, de paso, las del resto del país.
Lebrija es un municipio importante por sus habitantes, la ubicación geográfica, su capacidad productiva agropecuaria y, el peso geopolítico que tiene en el departamento como elemento propiciador de paz.
Luego, merecemos un administrador eficiente, inteligente, dinámico, motivador, creador y, lo más importante, democrático y honrado. Necesitamos un burgomaestre que sea ‘jefe’ de un equipo de gobierno, en el que los funcionarios descuellen por sus cualidades al servicio de la comunidad y no como soba chaquetas del tiranillo de turno.
Lebrija es un municipio importante por sus habitantes, la ubicación geográfica, su capacidad productiva agropecuaria y, el peso geopolítico que tiene en el departamento como elemento propiciador de paz.
Luego, merecemos un administrador eficiente, inteligente, dinámico, motivador, creador y, lo más importante, democrático y honrado. Necesitamos un burgomaestre que sea ‘jefe’ de un equipo de gobierno, en el que los funcionarios descuellen por sus cualidades al servicio de la comunidad y no como soba chaquetas del tiranillo de turno.
Para desgracia de nuestro país, departamento y muchos municipios --¡con la excepción del nuestro, claro está, pues ese mal es de tierras lejanas!-- los alcaldes en buena parte nos recuerdan más a un personaje de Star Wars (Jabba), que a un ejecutivo con la misión de servir a la comunidad.
Necesitamos, igualmente, concejales honestos y capaces, no una banda de ignaros hambrientos que caen como pirañas sobre el presupuesto municipal, y que, ineptos y corruptos, sólo atinan a apoyar en todo al alcalde de turno.
¿Seremos capaces de elegir bien o repetiremos la misma desgracia? Lo importante no es ganar sino elegir bien. La responsabilidad es de los electores y de los líderes de todos los niveles...
¿Seremos capaces de elegir bien o repetiremos la misma desgracia? Lo importante no es ganar sino elegir bien. La responsabilidad es de los electores y de los líderes de todos los niveles...
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