Cada torero con su cuadrilla

Por Koestler

Una expresión taurina muy clara es la de que cada torero lleva su cuadrilla. Es más, no se es torero sin cuadrilla propia, porque de ella carecen los principiantes y los de baja categoría. Si es inaceptable en un torero, que al fin y al cabo sólo realiza lidias con destino a un público deseoso de recreación, con más veras lo es para un político cuyas pretensiones es manejar el interés público.

Cuando se realiza una campaña política en ella está implícita una propuesta programática con una línea política para su ejecución. Sin eso no hay política sino politiquería de muy mala presentación. La campaña electoral para la gobernación de Santander tenía como objetivo central impedir que se perpetuara el desgobierno de Hugo Aguilar, con una serie de operaciones que se mantenían ocultas, y otras muchas que aún se desconocen. Por ello se apoyó al Dr, Horacio Serpa.

Es inexplicable que casi a medias del segundo mes de su periodo el gobernador o no haya conformado su equipo o simplemente se quede con el de su antecesor. Una de dos: o Hugo Aguilar tenía razón en sus políticas y contaba con un equipo de gobierno capaz, o no la tenía.

Si lo primero, no se justificaba una campaña contra su grupo político de Convergencia ciudadana y su candidato, y fue una felonía haberse opuesto contra tan maravilloso proyecto de gobierno. Si lo segundo, es el colmo de la improvisación que aún no se haya conformado un equipo de gobierno nuevo. Lo mismo sucede con algunas alcaldías, como en la de Bucaramanga y Lebrija.

Acotilla: la responsabilidad no es sólo del ordenador sino igualmente de los subordinados que apoyan, organizan y se amangualan con el jefe.

Para recordarle a nuestro gobernador sus propias frases, ojalá no sea “Mucho tilín, tilín y poco de paletas”.


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Siempre lo del pobre es robado

Por Koestler

El gobierno nacional se muestra muy preocupado por la inflación que empezó a desatarse. En primer lugar aplicaron ya una vez la famosa receta del FMI y del Banco Mundial a los países pobres: subir las tasas de intereses. Buena receta para nosotros, mientras los países poderosos aplicaron la contraria: bajaron las tasas de intereses, para reactivar la economía.

Es justo reconocer que el gobierno se encuentra seriamente en la tarea de hallar las causas de la inflación. Y al parecer los estudios fueron muy profundos pues encontraron el verdadero quid del problema. Blanco es, frito se come y la gallina lo pone. ¿Qué es? Pues tontos: es el alza de los alimentos que producen los campesinos.

La solución, que en tanta pensadera pone cada día más calvo al ministro de hacienda Oscar Iván Zuluaga, es sencilla, bien sencilla; pues ¡congelar los precios de los productos agropecuarios!

A nuestro ministro se le olvidaron algunos pequeños detalles. En el 2007 los insumos para la actividad agropecuaria aumentaron sus precios en algo más de un 25%. Pero este año, en enero, el aumento, por ejemplo de abonos químicos llegaron hasta un 80%, y el gobierno no dijo nada.

Si hay inflación perdemos todos dijo el ministro, pero no controlan intereses, servicios públicos como luz y acueductos; no controlan el precio de la gasolina, impuestos predial, de industria y comercio, etc.

Definitivamente a los productores agropecuarios les toca poner el huevo.

Gracias por sus buenos deseos señor ministro.

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Para que la memoria no nos falle (5)

Por Koestler

A ningún pueblo lo pueden detener cuando se decide a luchar por su libertad. Dicho principio lo olvidaron los rusos con su invasión a Afganistán, en el afán de apoyar un gobierno títere. La guerra desatada por los rusos, con un armamento descomunal, mediante el cual se destruían las infraestructuras de la población y se causaban ingentes dolores a los afganos, con el correr de los años fue contrarrestada.
Los combatientes, mal armados, no cejaban en su empeño. Los rusos bombardeaban a su acomodo poblaciones indemnes, ametrallaban a la población civil sin distingo alguno. Fue una guerra de suma crueldad. No respetaron ni a los niños, para los cuales lanzaban juguetes y caramelos explosivos, que mutilaban a los infantes. El daño a los pobladores fue inmenso.
Con el apoyo de los norteamericanos y otros países, los luchadores fueron más eficientes y terminaron derrotando a los rusos, que abandonaron el país, el cual quedó bajo control de los talibanes. Aquí se inicia otra etapa en la vida de esta martirizado pueblo bajo la dirección de los fanáticos religiosos.
Y existe ahora otra feroz guerra, contra un pueblo indomable, que armado de sus creencias, lucha por su autodeterminación. Ahora la promueven los norteamericanos. Cayeron en el mismo error de los rusos. También serán derrotados... Y más pronto que tarde.


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